Inglaterra, año 1842
Vladimir, ruso, espectacularmente guapo, hombre lobo y, sobre todo, un caballero, conoce, en el transcurso de una investigación, a Georgiana Hill. Ella es, aparentemente, una científica muy convencional, pero también, en secreto, es una poetisa tremendamente apasionada.
Ninguno de los dos puede resistirse a la ardiente atracción que surge entre ellos, pero deciden mantener su relación dentro del límite sexual, exclusivamente.
Después de varios encuentros llenos de pasión, se dan cuenta, de que no es lo único que desean el uno del otro.